La contaminación del aire nos afecta dentro de las ciudades y afuera de ella en el campo. Nos afecta a todos, nos demos cuenta o no.
Las investigaciones recientes han comenzado a hablar sobre algunos aspectos bastante preocupantes de lo que realmente contiene el aire que nos rodea y cómo afecta a nuestros cuerpos.
Cuanto más aprendamos, más nos daremos cuenta de que esta fuente esencial de vida para el planeta necesita un cuidado serio. Sin aire no puede haber vida, y respirar aire contaminado nos condena a una vida de enfermedad y muerte prematura.
El aire contaminado crea una emergencia de salud
No hay duda de que la contaminación del aire es una emergencia mundial de salud pública. Amenaza a todos, desde los bebés recién nacidos hasta los niños que caminan al colegio. En la calle y dentro de la casa, las fuentes de contaminación del aire pueden ser muy diferentes, sin embargo, sus efectos son igualmente mortales.
Por ejemplo el asma, otras enfermedades respiratorias y enfermedades cardíacas se encuentran entre los efectos adversos para la salud causados por el aire contaminado.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año hay alrededor de siete millones de muertes prematuras que son atribuidas a la contaminación del aire.
En general, la contaminación del aire es responsable de más muertes que muchos otros factores de riesgo, incluida la desnutrición, el consumo de alcohol y la inactividad física.
Los niños corren mayor riesgo
A nivel mundial, el noventa y tres por ciento de todos los niños respiran aire contaminado que la Organización Mundial de la Salud considera segura para la salud humana.
Como resultado, más de medio millos de niños mueren prematuramente cada año debido a la contaminación del aire.
Como si eso fuera poco, la exposición al aire sucio también perjudica el desarrollo del cerebro, lo que lleva a problemas cognitivos y motores, al tiempo que pone a los niños en mayor riesgo de enfermedades crónicas más adelante en la vida.
La contaminación del aire en el hogar es particularmente dañina para las mujeres y los niños, debido a sus roles tradicionales en el hogar en muchas culturas.
Alrededor del sesenta por ciento de las muertes domésticas relacionadas con la contaminación del aire en todo el mundo se producen entre mujeres y niños.
La contaminación y la pobreza van juntas
Cuando las personas se enferman, toda la comunidad sufre. Las personas enfermas requieren atención médica y medicamentos, los niños faltan al colegio y los adultos que trabajan pierden días de trabajo, ya sea como resultado de su propia mala salud o para cuidar a un ser querido.
Existen otros costos menos directos, que sin embargo nos afectan a nivel mundial. Se espera en los próximos años que el ozono a nivel del suelo reduzca los rendimientos de los cultivos básicos en un veintiséis por ciento, creando desafíos de seguridad alimentaria y nutrición.
La contaminación del aire también degrada los materiales y recubrimientos, disminuyendo su vida útil y generando costos de limpieza, reparación y reemplazo.
Sobre el medio ambiente la ONU estima que las acciones de mitigación climática para lograr los objetivos propuestos costarían alrededor de veintidós billones de dólares.
El derecho al aire limpio es un derecho humano
El derecho a un medio ambiente saludable goza de un estatus constitucional, la forma más sólida de protección legal disponible, en más de cien países.
Por lo menos existe ciento cincuenta y cinco estados que están legalmente obligados, a través de tratados, constituciones y legislaciones, a respetar, proteger y cumplir el derecho a un medio ambiente saludable.
El derecho al aire limpio también está integrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Además, está plenamente consagrado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como en el proyecto global para la paz y la prosperidad.