La forma más común de definir el aburrimiento en la cultura occidental es no tener nada que hacer.
El aburrimiento, por lo general es un estado emocional desagradable, donde las personas sienten una gran falta de interés, para concentrarse en alguna actividad.
Este estado pertenece a una percepción existencial de la inutilidad de la vida.
Que no te atrape la monotonía mental
El aburrimiento es parecido a la fatiga mental y es causado por la repetición y la falta de interés en los detalles de nuestras actividades, como por ejemplo las tareas que requieren atención continua.
Cualquier experiencia que sea predecible y repetitiva se vuelve aburrida.
En general, demasiado de lo mismo y muy poca estimulación pueden causar una ausencia de deseo y un sentimiento de atrapamiento.
Ver la necesidad de novedad
Algunas personas tienen más probabilidades de aburrirse que otras. Las personas con una gran necesidad de novedad, emoción y variedad corren el riesgo de aburrirse. Es posible que estos buscadores de sensaciones descubran que el mundo se mueve muy lentamente. La necesidad de estimulación externa puede explicar por qué los extrovertidos tienden a ser particularmente propensos al aburrimiento. La búsqueda de novedad y la toma de riesgos es la forma como estas personas curan su aburrimiento.
Prestar atención
El aburrimiento está relacionado con problemas de atención. Lo que nos aburre nunca capta totalmente nuestra atención. Después de todo, es difícil estar interesado en algo cuando no puedes concentrarte en él. Las personas con problemas crónicos de atención, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tienen una alta tendencia al aburrimiento.