La mayoría de nosotros asumimos que los cambios en la forma en que caminas son una parte inevitable del envejecimiento. Pero, resulta que el arrastrar los pies al caminar puede revelar lo que está sucediendo con tu salud general.
Nuestra capacidad para caminar tiene una gran influencia en nuestra calidad de vida. Además, la dificultad para caminar dificulta el cumplimiento de un estilo de vida activo y una marcha lenta, arrastrada e inestable puede afectarte antes de lo que piensas.
Según un estudio sobre los trastornos de la marcha y el equilibrio, el treinta por ciento de los adultos mayores de sesenta y cinco años tienen dificultades para caminar tres cuadras de la ciudad o subir un tramo de escaleras, y el veinte por ciento camina con un bastón u otra ayuda. También, cuando lleguemos a los ochenta años, más del sesenta por ciento de nosotros arrastraremos los pies al caminar.
Hay muchas razones por las cuales un problema médico subyacente podría cambiar la forma en que caminas o afectar tu equilibrio. Según los expertos, los cambios en la marcha generalmente no provienen de un problema en particular. La forma en que caminas puede verse influenciada por una serie de factores y tu marcha puede brindarte a ti y a tu médico pistas sobre tu salud interna.
Algunas causas más comunes son:
La artritis
En un análisis de pacientes con artritis reumatoide, los pacientes experimentaron una reducción significativa en los movimientos articulares en el flexor de la cadera, las rodillas y el tobillo que afectaron su marcha. Las personas con dolor relacionado con las articulaciones también pueden desarrollar una marcha antálgica, que es estar en una posición antinatural para evitar el dolor al caminar.
La diabetes
Si te diagnosticaron diabetes, un cambio arrastrar los pies al caminar podría significar que tu diabetes no está tan bien controlada como podría estarlo. El daño nervioso a los pies o las piernas, conocido como neuropatía periférica, puede provocar dolor y entumecimiento en los pies, lo que afecta la forma en que caminas.
La hipertensión
Un estudio científico encontró un fuerte vínculo entre la marcha anormal y la presión arterial alta. La hipertensión o la presión arterial alta pueden provocar problemas de equilibrio y cambiar la forma en que caminamos. Afortunadamente, una vez que la presión arterial baja como resultado de medicamentos o cambios en la dieta, la marcha a menudo vuelve a la normalidad.
La escoliosis
La escoliosis, un redondeo anormal de la columna vertebral, puede ejercer una gran tensión en el resto de nuestro cuerpo, afectando nuestra marcha y postura. Desafortunadamente, nuestras espinas naturalmente comienzan a curvarse a medida que envejecemos. El envejecimiento es un proceso cifótico.
Además, a medida que envejecemos, nuestra columna vertebral se contrae y nuestra altura generalmente disminuye. También, nuestra calidad ósea se deteriora y eso causa pérdida de altura a diferentes niveles en nuestra columna vertebral. Si nuestras espinas continúan curvadas, esto hace que caminar sea difícil.
Hable con su médico sobre el arrastre de los pies
Es importante hablar con tu médico cuando notes un cambio en tu marcha. Un problema con la marcha también es la causa más común de caídas, por lo que es aún más imprescindible abordar los cambios de inmediato. Se puede hacer una prueba no invasiva para evaluar tu marcha. El médico lo observará caminar y notará la velocidad y la longitud de sus zancadas.
Los investigadores, realizaron un análisis de la marcha para las personas, donde se estudió cómo caminan. Miraron la inclinación de los hombros, el balanceo del brazo, el contacto del talón y el despegue. También se uso un sistema de análisis computarizado de la marcha llamado F- scan. Este sistema detecta áreas de alta presión en el pie que pueden volverse problemáticas.
Un análisis de la marcha puede tener grandes beneficios para tu salud en general. Se ha demostrado que evaluar tu marcha y luego seguir las recomendaciones de tu médico para mejorar tu marcha reduce el riesgo de caídas en un treinta a cuarenta por ciento.
Además, junto con un análisis de la marcha, tu médico revisará los medicamentos que estás tomando para determinar si pueden estar afectando tu marcha y equilibrio. Los estudios han demostrado que los adultos que toman cuatro o más medicamentos a la vez tienen un mayor riesgo de caídas.
¿Cómo mejorar la marcha inestable para no arrastrar los pies?
La mayoría de los trastornos de la marcha pueden mejorarse con intervenciones como ejercicios de fortalecimiento. Lo más probable es que Tu médico Te recomiende un programa de ejercicios suaves para fortalecer y estirar los músculos responsables de caminar.
Asimismo, estos músculos incluyen los isquiotibiales, glúteos, músculos de la pantorrilla y cuádriceps. Otros tipos de ejercicios que pueden mejorar tu marcha incluyen ejercicios de banda de resistencia y entrenamiento de tai chi que construye rápidamente el equilibrio y la fuerza.