Si tu relación ha sido un poco inestable debido a la mala actitud de tu pareja y al molesto hábito de culparte por casi todo lo que va mal en tu vida. Quizás, hubo una o dos cosas de las que en realidad eras culpable, y lo reconociste. Pero, ¿qué debes hacer si tu pareja te culpa de todo? ¿Cómo puedes volver a orientar las cosas si esto se ha convertido en un patrón establecido? Según los expertos, un poco de compasión puede ser la clave aquí. Si alguien te está echando la culpa una y otra vez, es probable que lo estés pasando muy mal y que necesites un poco de apoyo y atención adicional en este momento.
Es parte de la naturaleza humana culpar a la pareja cuando uno no está contento y, a veces, una pareja puede estar deprimida o demasiado cerca de la situación para darse cuenta de que ella no es el verdadero problema. Además, se necesita una gran personalidad para comprender donde radica el verdadero problema. Además, la pareja debe ser proactiva para trabajar en sí misma, para que haya más felicidad en ambas personas.
También, no está bien que te den una gran cantidad de culpa sólo porque tu pareja no está en plena forma en este momento. A veces, a ciertas personas les gusta señalar con el dedo de forma natural, sin pensar más allá de ello. Sin embargo, todos pasamos por buenos y malos momentos, y en los momentos más difíciles, a veces comportamientos tóxicos, incluida la culpa, salen a relucir.
El culpar se considera un estilo de comunicación muy poco saludable que frecuentemente nos lleva a pelear injustamente y traer el pasado a los argumentos actuales. Si ese es el caso de tu relación, pueden trabajar juntos para encontrar una solución. Esto es lo que debes tener en cuenta y lo que debes hacer si tu pareja te culpa constantemente por todo.
Habla y comparte tu punto de vista
Hazle saber a tu pareja que te sientes culpable, convérsalo lo antes posible. Cuando no se discute, puede comenzar a convertirse en un patrón en la relación que se considera correcto. Los patrones de culpar pueden llevar a estilos de relación poco saludables y potencialmente abusivos y nunca deben tolerarse.
Dile a tu pareja cómo te sientes, de una manera clara. A partir de ahí, haz un esfuerzo muy consciente para escuchar lo que te dice y realmente trata de cambiar tu comportamiento por el bien de tu relación. Es posible que también tengas algunas cosas en las que trabajar. Entonces, así como has acordado ser más consciente de las cosas que les molestan, pídele que eche un vistazo a algunas formas en que él o ella también puedan mejorar la relación. Además, actuar como un equipo frente a estos problemas demuestra apoyo, cuidado y compasión, y es la mejor manera de mantener una relación.
Pídele a tu pareja que te enseñe el problema con sutileza
Nunca deberíamos pensar en todo o en nada, siempre o nunca, en vez de eso, debemos señalar esto con calma y racionalidad a la pareja. Si tu pareja piensa que siempre tienes la culpa, hay un problema. Muchas veces, las cosas surgen por primera vez, por lo que no les sería posible siempre hacer algo. Debes hacer un trato con él o con ella de que si estás haciendo lo que dice, está bien decirte con calma que estás haciendo esto.
En otras palabras, cada vez que tu pareja tenga ganas de culpar, pídele, anticipadamente que, en cambio, sólo mencione el problema con sutileza. Esto le permite aclarar la realidad de la situación o examinarse a sí mismo y su comportamiento si hay cambios que hacer. Lo importante aquí será que esto tiene que ser un entendimiento abierto y funcionar en ambos sentidos. Aunque obviamente no tienes la culpa de todo, tampoco eres un alma inocente y perfecta que nunca hace nada malo.
Recuerda que la culpa no es realmente sobre ti
Si tu pareja te culpa por cada pequeña cosa, piensa si la culpa es realmente tuya o no. Se dice que la culpa es la descarga del dolor. Trata de detenerte en el momento y date cuenta de que la culpa no es realmente sobre ti. Si alguien te dice que eres la causa de algo, recuerda en el momento que no es realmente cierto. En esas ocasiones en las que no te lo tomo como algo personal, puedes ser cariñoso o cariñosa y amable con tu pareja y, a veces, explorar lo suficiente para encontrar la verdadera razón de su malestar. Mantén la curiosidad y manten el corazón abierto.
Convierte tu rabia en un momento productivo
Haz una pausa por unos momentos y luego pregúntate ¿Qué quieres hacer al respecto? De esta manera, convertirás su rabia en un momento proactivo y productivo. Tu pareja tiene un mal hábito, probablemente haya aprendido de la familia o de relaciones anteriores, y la mejor manera de extinguir un mal hábito es ignorarlo. Lograr que tu pareja se concentre en una solución en lugar de culpar es una mejor estrategia. Si realmente hay un problema, pueden resolverlo juntos. Si no es así, pueden dejarlo ir juntos.
Mira si puedes llegar a la raíz del problema
Si tu pareja te culpa de todo, compruébalo y averigua si te estás equivocando más de lo habitual. Si es así, averigua por qué, y si no lo estás, esto se trata realmente de que tu pareja está molesta por otra cosa y se comporta mal culpándote, es importante llegar a la raíz del problema sin aumentar la negatividad.
Es una situación complicada, no te pongas a la defensiva. Esto simplemente construye la pelea. En cambio, permanece dispuesto o dispuesta a escuchar las necesidades de su pareja. Y luego, con un tiempo entre el tema y esta charla, pregúntale a tu pareja si hay algo que le moleste, porque te diste cuenta de que te culpa por cosas que no crees que sean totalmente tu culpa.
Además, sin juzgar, ve si puedes llegar a la raíz del problema. Pregúntale a tu pareja si hay algo en lo que puedas ayudar o simplemente escuchar. Ser amable y también estar activamente alerta a cualquier cosa que tu pareja y tu relación necesiten marcarán la diferencia.
Ponte dispuesto o dispuesta a ver tu parte del problema
Pregúntate si en alguna parte de esto tienes responsabilidad. Esto incluso significa si fue sólo un uno por ciento de tu culpa y el noventa y nueve por ciento de él o ella, o de otra persona. No siempre es ideal, pero siempre es gratificante ver tu parte en las cosas. Cualquiera que sea tu culpa, es importante asumir la responsabilidad y una vez que lo hayas hecho puedes pedirle a tu pareja que asuma la responsabilidad de su parte.
Esta es la pieza importante del rompecabezas. Ambas personas deben estar de acuerdo con asumir su lado del problema. Si este es un tema en la relación, también es importante mencionarlo durante un tiempo neutral y reconocer que la culpa se siente unilateral o que te sientes responsable de todo lo que parece ir mal.
Además, el usar tus palabras, en lugar de explotar, te llevará mucho más lejos. Recordarle a tu pareja que son un equipo y que se necesita un esfuerzo en equipo para abordar lo que salga mal también ayuda a cambiar la relación de una dinámica de culpabilidad a una dinámica de colaboración. Entonces puede ocurrir un cambio real.
Establece límites y aléjate si es necesario
Si culpar se convierte en un patrón frecuente en la relación, es posible que debas establecer límites con su pareja. Así, un límite sonaría como por ejemplo: “veo que estás molesto”, aquí lo estás validando, “no puedo tener esta conversación contigo cuando me estás culpando”, aquí está indicando tu límite, “tengamos esta conversación en otro momento”, aquí estás haciéndole saber a tu pareja que es importante para ti. A veces, alejarse y guardar la conversación para más tarde puede ser lo más saludable. Lo último que necesitas es entrar en una gran discusión.
Trabajar juntos para encontrar una solución
Primero, acepta que si bien es posible que tú no tenga la culpa, es posible que tengas un papel en el problema, siente curiosidad por saber qué parte del problema es tuyo. Si está empeñado o empeñada en cerrar cualquier idea de que podría tener la culpa, eso también es un problema. Se realmente curioso o curiosa y no te pongas a la defensiva, acepta la responsabilidad y comprométete a cambiar.
Además, puedes mencionar la parte de tu pareja. Luego, pídele a tu pareja que considere cuál es su papel en el problema compartido, una vez que has demostrado una postura no defensiva hacia el problema, le has dado a tu pareja la oportunidad de hacer lo mismo. Uno al lado del otro, pueden planificar juntos y encontrar una solución que funcione para ambos.