Si tienes una relación de pareja hace buen tiempo, en algún momento tú y tu pareja van a pelear. El pelear no significa que estás con la persona equivocada, o que tu relación está condenada. El conflicto es una parte inevitable de cualquier relación humana de larga data, especialmente aquellas que involucran las partes más íntimas de nuestras vidas.
Simultáneamente, la frecuencia y la calidad de las peleas con tu pareja tienen mucho que ver con lo orgulloso que estás en tu relación. La mayoría de las parejas optarían por discutir lo menos posible. Efectivamente, las parejas no pretenden pasar mucho tiempo discutiendo sobre pequeñas quejas o programar una disputa matrimonial en su calendario o desear que una noche encantadora se convierta en un infierno. Además, muchas veces las parejas desean no estar atrapado en una discusión.
Si somos tan reacios a pelear con nuestras parejas, entonces por qué sucede esto. Estudios actuales realizados por un equipo de investigadores nos dan algunas respuestas. Estos investigadores se centraron en el papel de las necesidades insatisfechas para provocar conflictos en las relaciones heterosexuales.
Las necesidades insatisfechas conducen a la pelea
Los investigadores encontraron que las parejas peleaban significativamente más cuando no se satisfacían las siguientes necesidades.
El apego
Todos tenemos una necesidad fundamental de una unión segura con las personas importantes en nuestras vidas. Nuestro estilo de apego tiende a desarrollarse temprano en la vida, basado en nuestra relación con nuestros cuidadores principales. Ese modelo luego influirá en nuestras experiencias, en las relaciones posteriores, incluso con nuestra pareja.
El satisfacer las necesidades de apego de los demás es una de las mejores maneras de construir una asociación satisfactoria y duradera. Las relaciones que se sienten seguras son más satisfactorias, más íntimas y es menos probable que terminen.
La aceptación
Cualquier relación se beneficia cuando nos sentimos esencialmente aceptados por la otra persona. La aceptación no significa aprobación universal, podríamos rechazar enérgicamente ciertas elecciones que hace la persona y aun así aceptarlas tal como son.
Las parejas están en un lugar especialmente poderoso para practicar la aceptación, porque nos han visto en nuestro peor momento, sin el filtro de aceptabilidad social que ponemos para el resto del mundo. Ser aceptado con todos los defectos nos dice mucho sobre nuestro valor básico y nuestra capacidad de amar.
La mirada positiva
La mayoría de nosotros no estaríamos satisfechos simplemente sabiendo que nuestra pareja nos acepta, también queremos saber que le gustamos. Necesitamos sentir una sensación de calidez y afecto, no solo decir: acepto tus muchos, muchos defectos, sino decir: eres mejor de lo que crees.
Se ha descubierto que la calidez de una pareja puede ayudar a una persona a comenzar a desarrollar sentimientos más positivos hacia sí misma, lo que lleva a un círculo virtuoso en el que realmente se convierte en una mejor pareja.
La autonomía
Una de las necesidades humanas básicas según la teoría de la autodeterminación es ser el agente de nuestras propias acciones. Necesitamos sentir que tenemos cierto control sobre lo que hacemos y que estamos creando nuestras propias vidas.
No es sorprendente que los investigadores descubrieran que las personas estaban más insatisfechas con sus relaciones cuando se sentían demasiado controladas y menos autónomas en ellas. Además, encontraron patrones de comunicación menos saludables cuando las parejas carecían de un sentido de autonomía.
La competividad
Según las investigaciones, también necesitamos sentir que somos buenos en lo que hacemos, tener ese sentido de competitividad está relacionado con todo tipo de resultados positivos, incluida una mejor salud mental.
Al igual que con nuestra necesidad de autonomía, los investigadores descubrieron que un menor sentido de competitividad en la relación se asociaba con una peor comunicación, en particular, una pareja era más propensa a retirarse y evitar conflictos cuando la otra persona mencionaba algo de lo que no estaba contenta la otra persona.
Las emociones negativas en el conflicto de pareja
Los estudios postulan que tener necesidades insatisfechas en una relación conduce a sentimientos negativos, que a su vez promueven conflictos. Por ejemplo, ser criticado y rechazado severamente por nuestra pareja no satisface nuestra necesidad de aceptación, lo que puede provocar sentimientos de vergüenza y tristeza.
Estas respuestas emocionales primarias a menudo no se expresan directamente y pueden transformarse en las emociones secundarias, como la ira y la indignación. Estas emociones pueden conducir a una comunicación negativa entre las parejas, lo que lleva a una escalada en el conflicto ya que ambos se ven a sí mismos como la parte perjudicada cuyas necesidades se ignoran.
¿Cómo satisfacer las necesidades de mi pareja?
Una de las mejores formas para comenzar es preguntarle a su pareja qué necesita. Es posible que ni siquiera lo hayan pensado ellos mismos, por lo que al ser preguntados se les da la oportunidad de identificar necesidades no satisfechas que generan emociones negativas y conflictos. Esta pregunta también le indica a su pareja que le importa su bienestar.
Hay que considerar también sus propias necesidades, como qué falta en la relación. Tenga en cuenta que las necesidades no satisfechas pueden afectarnos incluso si no somos conscientes de la necesidad frustrada, al igual que los niños agotados que se están derritiendo insistirán en que no están cansados.
También, considere compartir estas necesidades de una manera de apoyo mutuo, quizás comenzando con un enfoque en las necesidades de su pareja para evitar la percepción de que están en competencia. De lo contrario, podemos terminar en un punto muerto al decir: yo estoy infeliz, yo también, sin que ninguno de la pareja esté dispuesto a cruzar la brecha.
Hay que tener en cuenta estos enfoques mientras se trabaja para satisfacer mejor las necesidades de tu pareja y las tuyas propias.
Reconocimiento
Incluso antes de sentir la estimación de nuestra pareja por nosotros, necesitamos saber que nos ven. Sin este reconocimiento de nuestra presencia, nos sentimos ignorados y solos. Considere maneras de hacerle saber a su pareja que los ve.
Aceptación
Hay formas en que puedes hacerle saber a tu pareja que son suficientes, tal como son. Puedes hacerle saber que incluso con el conocimiento interno que tienes sobre él o ella, aceptas quiénes son. Esto supone una dinámica de relación razonablemente sana, una relación abusiva es una historia diferente.
La aceptación incluye aceptar que la pareja necesita lo que dicen que necesita, no podemos negar sus necesidades expresadas, lo que resulta fundamentalmente invalidante.
Respuesta
Cuando sepa lo que necesita su pareja, acostúmbrese a responder lo mejor que pueda. Como dicen los expertos en relaciones, nuestros parejas deben sentir que si te duele, el mundo se detiene y yo escucho. Saber que está disponible y responderá la llamada genera confianza y fortalece el apego seguro.
Comunicar que le gusta
Busque oportunidades para hacerle saber a su pareja que le gusta y la aprecia. Podemos suponer que deberían saber cómo nos sentimos si hemos estado juntos durante mucho tiempo, pero es posible que no perciban nuestro respeto positivo si no lo expresamos.
Autonomía
Indudablemente, no podemos tener autonomía completa en una relación. Pero considera si pueden haber formas de ejercer más control del necesario sobre cómo su pareja hace ciertas cosas. Puede ser difícil no gestionar los esfuerzos de la otra persona. Al mismo tiempo, fomentar una sensación de autonomía satisface las necesidades de tu pareja y fortalece tu relación.
Competencia de soporte
Discute con su pareja las formas en que él o ella se siente incapaz de estar a la altura de la relación. Hay cosas en las que pueden trabajar juntos, algo que fortalezca el sentido de competencia de su pareja. Conocer las necesidades de los demás y tomar medidas para satisfacerlas también te ayuda a ti y a tu pareja a saber que están haciendo un buen trabajo en la relación.