Niños violentos
Un niño agresivo es aquel que muestra una falta de respeto hacia todo y hacia todos.
Es decir, es despreciativo con las demás personas, arroja cualquier cosa que esté a su alcance sin importarle absolutamente nada.
Puede ser que arroje una pelota de fútbol o un florero suizo, o se burle de usted o de cualquier persona.
Simplemente por que algo no le gusta, y lo hace continuamente, entre otras cosas.
Ahora, si no se afronta adecuadamente el problema.
Es decir, se le deja al niño que continué haciendo lo mismo que hasta ahora hacía, portándose mal.
Existe la posibilidad que el mal comportamiento empeore con el paso del tiempo y esto conlleve problemas mayores.
¿Qué hacer?
La mejor manera de enfrentar esta situación, es simplemente no hablarle.
Siempre y cuando el propósito de su hijo sea captar su atención.
Esto quiere decir, que no hay que ponerse a discutir sobre lo que hizo o no hizo.
Porque lo único que conseguirá será que el niño se vuelva más rebelde de lo que es.
Y podría llegar a haber situaciones incómodas y hasta peligrosas.
Por ello, no se tiene que tomar mucha importancia a las cosas que diga o que haga, siempre y cuando no pase los límites, claro está.
Pero en general, es recomendable no hablar con un niño rebelde, violento.
Pero eso sí, luego cuando ya pase la tormenta, cuando ya se haya cansado de hacer desastres.
Es importante decir a su hijo o hija que las conductas irrespetuosas tienen consecuencias.
Las cuales serán establecidas por los padres.
Y estas decisiones no tienen que variar por el padre o la madre una vez que ya hayan sido establecidas.
Tienen que ser cumplidas hasta el final, esta será la única manera de controlar a su hijo o hija en el futuro.