Para algunas personas, el inicio del abuso verbal comienza a crecer en casa. Muchas veces, los padres pueden ser la primera experiencia de un niño con comentarios degradantes, insultos o incluso acoso regular.
Crecer con este ejemplo de una unidad familiar puede causar muchos problemas despectivos para un niño. Estos pueden incluir baja autoestima o autoimagen y una perspectiva negativa del mundo que rodea al niño. A veces hasta de adultos todavía se puede escuchar los insultos cuando uno se siento mal consigo mismo.
Estos son insultos como por ejemplo: ¿qué pasa contigo?, ¿por qué no puedes hacer nada bien?, eres tan tonto.
Uno aprende a apartar y sanar estas voces del pasado. No es agradable para nada. Puedes hacer las cosas bien, incluso cuando las hago mal. Cada día las personas pelean esas batallas en sus cabezas, pero se vuelve más fácil a medida que pasa el tiempo con las herramientas y estrategias adecuadas.
Efectos del abuso verbal al crecer
El abuso verbal mientras creces tiene efectos duraderos. Los niños buscan apoyo, comprensión y ayuda en sus padres, maestros y otros adultos que los rodean cuando lo necesitan. Al recibir insultos, humillaciones u otras palabras negativas en lugar de amor y aliento, los niños sufren mentalmente.
No poder ver a tus padres como una persona en la que puedes contar es devastador. En la propia vida, gran parte de los problemas residuales de abandono y apego provienen de la infancia. Durante muchos años, sentir que si no puedes confiar o depender de tus propios padres, y tener las pocas posibilidades de encontrar a alguien más que pudiera hacerlo.
El abuso verbal afecta a cada niño de manera diferente. De esta manera, una persona joven puede experimentar uno o más de estos episodios como resultado del abuso verbal permanente en el hogar: baja autoestima, disminución de la autoimagen, una perspectiva negativa sobre el mundo que los rodea o su futuro, depresión, ansiedad generalizada o ansiedad social, problemas de apego o abandono.
A medida que un niño madura y se convierte en adolescente y adulto, estos efectos secundarios pueden resultar en una o varias elecciones de vida negativas. Se ha descubierto que estos pueden incluir: adicción, actividades de automutilación o autolesión, continuar con el ciclo de abuso, convertirse en víctima de otra relación abusiva.
La curación del abuso verbal lleva tiempo
Si bien algunas personas que han sufrido abuso verbal al crecer ahora son saludables y felices como adultos, esto no siempre es la norma. Sin buscar orientación, puede ser difícil sanar y seguir adelante. Uno se da cuenta de esto mientras pasa por mi vida adulta. Para ser una persona emocionalmente equilibrada y funcional, es esencial buscar tratamiento y ayuda profesional para romper el ciclo del abuso verbal.
Los niños aprenden viendo, escuchando y experimentando. El abuso verbal puede manifestarse profundamente en la psique de un niño. Solo puede surgir cuando ese adulto se sienta abrumado o molesto y no puede regular adecuadamente sus emociones. Para aquellos que piensan que las duras palabras que sufrió cuando era niño son irrelevantes para su vida ahora, en el fondo, podrían estar guiando inadvertidamente sus elecciones de vida actuales.
Romper el ciclo del abuso verbal
La responsabilidad de romper con el ciclo de la violencia es enorme, pero importante. Incluso si no tienes hijos como adulto en recuperación, vivir una vida emocionalmente equilibrada también ayudará a tus relaciones personales y laborales. Depende de ti dar los pasos necesarios para sanar al niño que llevas dentro y avanzar hacia un mejor estado emocional.
Si te sientes molesto en el trabajo o con un amigo cercano, lidiando con la ansiedad o la depresión, busca ayuda profesional. Esto puede ayudar a desarraigar esos sentimientos profundamente arraigados que enfrentaste cuando eras niño. Te alegrarás de haberlo hecho.